El desarrollo de la formación se
realiza a través de la plataforma Zoom, en el horario 8:00 a 10:00.
El plan de formación
se había iniciado en
forma presencial este año con el módulo
1 sobre seguridad
y salud en el uso de productos químicos en el trabajo y
el módulo
2, inspección
y prevención de los trastornos musculoesqueléticos en el trabajo, y
se había interrumpido por la cuarentena por COVID-19. Ahora se
reanudó con el módulo
3 sobre inspección
y prevención de los trastornos psicosociales en el trabajo, y
más adelante continuarán con el
módulo
4, inspección
y prevención de los riesgos biológicos en el trabajo (nuevo);
módulo
5, seguridad
y salud en el sector de la construcción, y
el módulo 6 sobre
investigación de
accidentes de trabajo a través del método del árbol de causas.
Los
módulos incluyen legislación internacional y nacional vigente,
doctrina, jurisprudencia y algunas experiencias internacionales sobre
los temas abordados. El plan
cuenta
con una estructura modular flexible que garantiza
su sostenibilidad al permitir actualizaciones, revisiones o
adaptaciones que en el
futuro se estimarán
necesarias, incluyendo el desarrollo de nuevos módulos que pudieran
incorporarse al plan. La
capacitación está dirigida a inspectores/as del trabajo, directores
y jefes de la Dirección General de Inspección y Fiscalización,
técnicos/as y directora de la Dirección de Seguridad Ocupacional
del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social del Paraguay,
hasta un máximo de 35 personas. La formación virtual está a cargo
de Macarena
Candia Tapia, magíster
en psicología
del trabajo,
licenciada
en comunicación
social
y periodista
de la Universidad Andrés Bello, entre
varios otros títulos que posee.
La
Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) es prioritaria para el logro de
un desarrollo sostenible, y las inversiones en SST son cruciales
para el logro de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS).
En el actual contexto de la crisis por COVID-19, la SST adquiere un
especial protagonismo, constituyendo un eje fundamental para la
reactivación productiva y la recuperación económica. La pandemia
tiene un impacto directo en la salud de los trabajadores y, por
consiguiente, en la resiliencia y supervivencia de las empresas y en
la economía de los países.
Los
desafíos en esta materia son importantes, pues mientras que habrá
que redoblar los esfuerzos para implementar medidas preventivas
frente al riesgo de contagio del virus, no se puede olvidar que
muchos trabajadores siguen haciendo frente a riesgos laborales
persistentes, como los riesgos físicos, químicos y ergonómicos, a
la vez que los riesgos psicosociales, especialmente como consecuencia
de la pandemia, están produciendo graves problemas de salud mental
derivados del trabajo cuyos efectos podrían perdurar más allá de
los derivados de la crisis sanitaria.